La mejor ensaimada del mundo, sin duda, se cuece en el pueblo de Inca.
Aunque en Mallorca , además de pan y ensaimadas, se cuecen galletas, coca de patata, crespells, robiols y doblegats.
No todos los hornos son iguales pero todos y cada uno de ellos huele a historia rellena de trabajo y humildad. Podríamos salivar hablando de cualquiera de ellos, pero reservamos nuestro estómago para el horno horno San Francesc de Inca
Se trata de un horno de leña familiar que cuenta con más de 100 años de historia e historias. Ubicado en el casco antiguo de Inca, es considerado uno de los hornos más emblemáticos de la ciudad.
Dicen que los grandes perfumes se guardan en frascos pequeños. En este caso, podemos comprobar la veracidad del dicho.
Aunque su espacio es reducido, sólo necesitamos entrar, para sentirnos envueltos de dulzura y tradición.
Cuando el padre de Joan Seguí, el actual propietario del horno, decidió traspasar el negocio que llevaba ya dos generaciones en marcha; Joan tomó una de las decisiones más importantes de su vida.
Decidió seguir endulzando a la gente convirtiéndose en la tercera generación.
Como si de unas olimpiadas se tratase, en 2017 es galardonado con el premio a la mejor ensaimada del mundo, además de estar entre los 5 hornos donde se hace el mejor pan moreno en Mallorca.
Por si eso fuera poco, consiguió adaptarse también a los nuevos tiempos, nueva repostería y sin duda, a las nuevas tecnologías.
La curiosidad por las redes sociales y las ganas de enseñarle al mundo la elaboración del pan y los dulces que elaboran a diario, lo llevó a realizar una formación en redes sociales.
En su perfil podemos ver desde la elaboración hasta los resultados de sus productos…pero hay algo que no sabremos jamás; la receta y elaboración de los doblegats. Un dulce de hojaldre, típico en Mallorca.
Joan Seguí cuenta con ayuda para elaborar dulces y panes a diario. Pero hay un momento del día, en que el mundo se para.
Él, sólo y en silencio, convierte su historia generacional en decenas de capas de hojaldre rellenos de chocolate.
Todas las familias tienen secretos, y la del Forn de Sant Francesc se deshace en la boca de los más golosos.
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